Regresando a casa después de asistir a la funeraria donde fuimos a decir un hasta luego a nuestro querido amigo Juan Roble, le decía a Victoria que a pesar de la tristeza que envuelve el ambiente en situaciones como esa, siempre aparece la oportunidad para la alegría.
La razón de esta dualidad de emociones se debe a que en esta clase de ocasiones uno se encuentra con personas muy queridas a las cuales quizás no ve por mucho tiempo.
Esta vez, por ejemplo, sentí junto a Victoria la satisfacción de encontrarnos con baitoeros que como tal,ocupan espacio en nuestros corazones: Rene el de Berena; Lion y esposa; Daisy, hija de Lula y Lile y esposa de José Ramón[Brugal]; Gilberto y Ramón Fernández por solo mencionar unos cuantos. Pero el encuentro especial de esa noche y que motiva esto que escribo lo constituyo Bartolito el hijo de Bartolo Paulino[el cónsul]. Este joven, desde niño me ha prodigado cariño y respeto lo mismo que a Victoria, cosa que apreciamos. A la pregunta obligada acerca de sus padres, dice el- Rafa, y usted no sabia que mi papa esta internado en un hospital? No, ahora me entero. Me explico que Bartolo sufrió la especie de un derrame cerebral y que tenía inmoble parte de su cuerpo. Me entrego el numero telefónico de su padre con el propósito de comunicarme con el y desearle pronta recuperación. Espere hasta el domingo que es el día que me ofrece mas tiempo, para llamarlo. Como algo curioso, en la conversación con Bartolito no vino a colación la fecha del triste acontecimiento. Solo cuando hable con Bartolo, supe que había sucedido en mayo y que fue traído a Nueva York donde esta hospitalizado desde junio.
Ahora me permito apartarme brevemente del tema para señalar lo siguiente: En la ultima actividad bailable que Unidos por amor a Baitoa celebro en Brooklyn, José Miguel Núñez. Esa potente voz del micrófono y orgullo nuestro, presento a mi esposa Victoria como la única baitoera nacida en El Salvador, palabras estas, que dice Victoria jamás olvidara.
Solo transcurrieron segundos después de finalizada mi conversación con Bartolo para informarle a Victoria acerca de lo sucedido con con el. Ahí comprobé que José Miguel no se había equivocado. Victoria, como toda una baitoera, reaccionó sorprendida de que no supiéramos de este acontecimiento hasta 6 meses después.
Como es posible que estando Baitoa dotada de medios informativos acordes con la mas avanzada tecnología, no se supiera a tiempo lo de Bartolo?
Para quien no lo sepa, Bartolo Paulino es un baitoero que cuando le correspondió participar en las actividades en pro del progreso de nuestra comunidad, como miembro del liderazgo de su generación, jamás estuvo ausente en ninguna de las veces que su presencia fue necesaria. Como único ejemplo les diré que gracias en parte a su gran vocación de servicio, fue un éxito la adquisición de los terrenos donde hoy disfrutamos del Liceo Secundario y del complejo deportivo Sergio Pérez.
Por eso duele que fuera a los 6 meses que nos enteráramos de sus achaques de salud. Y usted, cuando lo supo? QUE PENA.
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