Baitoa: Parte De Su Ayer. PLAY BALL (3)

Por : Rafael Peña www.baitoaprimero.net
Debo comenzar esta entrega expresando mi tristeza ante la desaparición física de aquel gran pelotero Víctor Ramírez [chijo], acaecida hace alrededor de un ano pero que no fue de mi conocimiento hasta hace unos días me lo confirmo el Dr. Víctor Otero en comunicación telefónica desde Santiago. Como sónale anteriormente, chijo reforzó muchas veces al equipo de Baitoa cuando jugábamos contra rivales de otras comunidades. Siempre fue muy querido por los baitoeros amantes del baseball, y cuando siendo ya profesional, nunca cambio su trato amable para con nosotros. En muchas ocasiones cuando nos encontrábamos en cualquier calle de Santiago o en el Estadio Cibao ya jugando como estelar de las Águilas siempre disponía de tiempo para preguntarme acerca de Baitoa. ....Descansa en paz, recordado amigo y gracias por querernos.
De aquella etapa de nuestro baseball, no me cabe dudas de que pudo haber surgido prospecto que nos representaran en los mas altos niveles de este gran deporte.
Pero hay que tomar en cuenta que aquellos tiempos no ofrecían las oportunidades que hoy benefician a la generación actual. Hubo, sin embargo, dos peloteros nuestros que a mi entender reunían todas las condiciones para no fallar de haberse le presentado la debida oportunidad. Son ellos: Rafael Velerio y Tito García [el timacle]. El primero, a quien todos conocemos fue un picher dueno de unas curvas y velocidad que ya quisieran muchos pichers profesionales tener.
Esto, acompañado de un gran control. Todavía recuerdo ese lanzamiento del que Valerio hacia galas que parecía golpearía al bateador en el pecho para entonces caer en el centro de estrike.
El Timacle [ya fallecido] es hijo de Porfirio García de una relación anterior al matrimonio de este con Fresa Fernández, tía esta, de Tomas Fernández. El Timacle no tenia mucha altura. Mediría algo así como 5-5 pero era impresionante el alcance que tenia a ambos lados defendiendo la posición de short stop.
Aparte de estas fantásticas condiciones poseía un fuerte brazo lo que completaba una defensa perfecta. El timacle tenia un misterioso poder ofensivo que en realidad contrastaba con su tamaño. Daba unos cuadrangulares que no solo eran de cuatro esquina en el relativamente corto play de Baitoa, sino que lo serian en cualquier estadio.
Paz eterna para El timacle y larga vida para Rafael Valerio: Mis dos Grande Liga. En la próxima: Dos equipos juveniles. Hasta entonces, si Dios quiere.

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