Esta fue una fiesta súper especial celebrada en la terraza Pérez de Baitoa. En medio de un ambiente festivo; la gracia de la señorita Lisselott brillo en todo su esplendor, mientras Bienvenido Rodriguez deleitaba a los precentes, sus monumentales tías y primas compartían junto a sus amigos la dicha de tener en sus familias tan especial doncella.