www.baitoaTV.com 17 agosto 2011
El dolor se expresó en su máximo nivel el día de ayer en las calles de BAitoa, cuando la marcha fúnebre que trasladó el cadáver de la niña Yisel de La Cruz desde la Parroquia San Ramón al cementerio Municipal de Baitoa.
Amigos, familiares, conocidos y curiosos; acompañados de sus compañeros del grupo Scout’s y el bastón valet de Baitoa, rindieron honor a la quinceañera, que fue sorprendida con la trágica muerte automovilística.
El cuerpo fue sepultado en medio de llantos y lamentos, por una comunidad que no se resignaba a perder a quien en vida fuera, una niña dueña de una sonrisa mágica y de una gentileza inolvidable.
